miércoles, 9 de octubre de 2013

Jesús Javier Sánchez Caballero.

Antes de nada quiero decir que esto no es ninguna canción, es un texto escrito simple y llanamente. Ya que he recibido varias críticas comentándome que "Vaya mierda de rap, que no rima". No rima porque no es rap, es un texto. Quería dejarlo claro. Con 9 años cogí un boli, no sabía casi nada, escribí un cuento sobre ir con mi familia a rezar. No me ha enseñado nada ver una cruz y un altar, excepto que amar significa sangrar. Mi padre es mi héroe, él me hizo crecer, mi madre un ángel, ella me supo educar. Esto es real, hay fuego en cada palabra y no pilláis nada. Ahora la gente se cree con derecho a opinar, dame una lágrima por cada frase que te hizo volar. Yo creo en mi madre, creció en Málaga, y en mi padre que creció a los 40 otra vez. Creo en Stephen Jay Gould, creo en Pi Margall, creo en mi vida y creo que esto no se me da tan mal. A los diez años tuve un walkman, no conocía el rap, sólo una cinta "Dynamic Cassette TDK". Me enseñó algo que no olvidé más: «they don't really care about us». He comenzado por ese niño del espejo y ahora pienso hablar de ellos también. Doy las gracias a Raúl en 4ºA, y a Rubén y Alberto por enseñarme a confiar. Con todos esos con los que quedaba fuera para acabar sentados en cualquier banco, les deseo paz. Hemos aprendido a hostias la verdad, pero hemos aprendido mucho y si no da igual. Necesito margen para respirar, o acabaré haciéndolo a hostias otra vez más. Con 11 años tuve un sueño, lo bueno estaba por llegar, empecé con la manía de hacer todo encajar. Voy a quemar estos renglones todo lo que pueda y más. No necesito a nadie que me diga cuánto valgo, ni lo que dejo de valer ni he valido. Sé lo que soy y de dónde vengo, sé adónde me dirijo y sé cómo y a costa de qué quiero y puedo conseguirlo. Muchos dejaron huella en mi camino, aquellos que entraron y se fueron sin decirme nada, aquellos que marcharon sin despedirse y sin ser echados. Si se fueron fue porque así lo quisieron, no necesito a nadie así tampoco. No hace falta que fardéis sobre cosas que no hacéis, yo me llamo Jesús Sánchez y esta es mi «memory lane». Todo cambia siempre, el amor no lo es todo. El dinero el 90% y el ego el 9%. A los 12 años descubrí el rap, Zetazen, Crema, Le Duifet, Cool, Suite Soprano. Ya me imagino que habré dejado claro que no me importa una mierda nada que no haya tocado. No huyo nunca, no hay de qué escapar. Las cosas siguen pero tú te vas, dale vueltas, tú verás. ¿Y ahora en qué tengo qué pensar? Si no me importan esas drogas, ni la tele ni la almohada. Cuando acabes de aprender podrás emprender, y si esa zorra no te quiere sólo olvídate. Aprendí a olvidar lo que ya había aprendido, Creo que puedo mantener los nuevos principios. No hay nada que el futuro y One Love no puedan superar, pero algo me huele mal, puta gran ciudad. Luces demasiado grandes para lo que hay detrás. Escupo ciencia para perros listos a base de leerme libros hasta reventar. ¿A quién queréis cambiar? O, ¿contra quién queréis luchar? Esta es mi vida, la tuya tú sabrás. Solo recuerda que las cosas siguen pero tú te vas.

2 comentarios:

  1. Nietzsche decía q él filosofaba a martillazos. Tu rap se acerca a esa idea. Que el yunque, cansado de soportar golpes, se convierta en martillo. Enhorabuena y adelante

    ResponderEliminar
  2. En realidad, no se puede considerar rap en sí porque no tienes una estructura ni sonoridad, tampoco tiene rima. Yo prefiero considerarlo como un texto, simplemente, apartándolo del rap y de cualquier otra cosa.

    Sí que es verdad que puede parecer "rap" porque antes de empezar a escribir siempre escucho porque me inspira, pero no me gusta considerarlo como eso.

    Muchas gracias Paco, voy a seguir intentando escribir al menos una entrada más al día.

    PD: El texto tenía algunos fallos en los que no había caído, ya están corregidos y se puede leer correctamente.

    ResponderEliminar